Es invierno y comienza un nuevo año.
Mientras en unas zonas del país la lluvia y los cielos encapotados hacen presencia, en otras el clima ha sido benévolo y las gélidas temperaturas no han llegado. Muchas mañanas de cielos limpios de nubes, donde los rayos del sol inundan los jardines y prados, tiñéndolos de matices de colores, donde poco a poco pequeños brotes de flores y plantas se abren camino.
Es invierno y los jardines deberían estar parados, pero no es del todo así.
Se alargan los días y las plantas lo notan. Un aumento de luz es suficiente para que algunas se activen con la savia latente, empujando e invitando a abrirse capullos y broten las primeras hojas. Aunque en este primer mes la actividad de las plantas es mínima, es un buen momento para empezar a hacer planes e ir pensando en la primavera.
En el aire y en la luz se siente el latir de esos jardines en actividad, aunque todavía habrá que esperar para que estallen. Como siempre, en el ciclo de las estaciones, cada cual tiene su tiempo para mostrar su máximo esplendor y nosotros el tiempo suficiente para adelantarnos e ir preparando el terreno.
Enero, es tiempo de aprovechar para sembrar las plantas vivaces que florecerán en primavera: pensamientos, miosotis, prímulas, ciclamen, Bulbos de floración primaveral, tulipán, narciso y Rosales paisajísticos . Coníferas, árboles ornamentales, frutales y arbustos para seto, tales como, Photinias, Eleagnus, Evonimus, al igual que bayas como el grosellero, el frambueso y los arándanos.
AÑO NUEVO VIDA NUEVA, así que es buen momento para hacer planes de futuro en el jardín y prepararse para la primavera.