¿Por qué las hojas de los árboles cambian de color?
Ya el otoño está aquí y en muchas zonas del globo terráqueo los colores de los árboles comienzan a cambiar…¿A que realmente se debe éste efecto, de donde proviene el color de las hojas y cómo lo cambian?
Mientras muchos disfrutábamos del verano, del sol, del fresco y la sombra que brindaban los árboles, ellos estaban trabajando, para alimentar sus hojas verdes. Por medio de la fotosíntesis absorben la luz solar, convirtiendo el agua y dióxido carbono en azúcar/nutrientes. Pero ahora toman un descanso y se comienza a notar con el cambio de colores de sus hojas, preparandose para la temporada invernal.
El color de las hojas proviene de los pigmentos, sustancias naturales producidas por las células que se encuentran en las hojas. Su color se puede ver modificado además de sus pigmentos, por la variación de la incidencia de la luz solar, la cantidad de lluvia y el clima.
Los tres pigmentos que le dan color a las hojas son: clorofila (verde), carotenoide (amarillo, anaranjado y marrón) y antocianina (rojo).
La clorofila es el más importante de los tres. Si las hojas no tuvieran clorofila, los árboles no podrían usar la luz solar para producir el alimento que necesitan.
El carotenoide crea los amarillos y los anaranjados en las frutas y vegetales que solemos comer. Presenta poca variaciones en el año. Siempre está presente en las hojas y su cantidad no varía con el clima.
La antocianina agrega el color rojo a las plantas, tales como los arándanos, las manzanas rojas, las cerezas y las fresas, entre otros. La temperatura y la nubosidad juegan un papel importante en la tonalidad de los rojos.
Durante la temporada de crecimiento, la clorofila y el carotenoide están presentes en las células de las hojas en todo momento. Pero la clorofila cubre el carotenoide, por eso las hojas en verano son verdes, y no amarillas ni anaranjadas. La mayor parte de la antocianina se produce únicamente en otoño, y solo bajo ciertas condiciones. No todos los árboles pueden producir antocianinas.
Los cambios del color de las hojas en los árboles depende de la reacción que tienen éstos a la disminución de luz solar, con lo cual producen cada vez menos clorofila. Con el paso del tiempo, el árbol deja de producir clorofila. Cuando esto sucede, el carotenoide ya presente en las hojas se distingue. Las hojas se tiñen de un brillante arco iris de amarillos intensos, anaranjados centelleantes y marrones cálidos. ¿Y qué hay de las hojas rojas? En las épocas otoñales o invernales, durante el día, las hojas pueden producir grandes cantidades de azúcar, pero las temperaturas frías nocturnas no permiten que la savia azucarada fluya por las nervaduras de las hojas hacia las ramas y el tronco. ¡Entonces viene la antocianina al rescate! La antocianina se genera como mecanismo de protección. Le permite a la planta recuperar los nutrientes de las hojas antes de que estas se caigan.
Gracias a la Naturaleza por dejarnos disfrutar de este festín de colores.